HACIA UNA GRANADA CIRCULAR

por Pablo García Alcalde, director general de Inagra

La complejidad de la naturaleza y la composición de los residuos municipales hace que su adecuada gestión y posterior tratamiento plantee uno de los mayores retos para las ciudades en materia de sostenibilidad. Y es que si alrededor del 80% de la basura que generamos en nuestros hogares puede reciclarse adecuadamente, tenemos en nuestra mano la oportunidad de construir ciudades realmente circulares y que cuiden de su entorno.

Con el objetivo de seguir avanzando hacia un futuro más limpio, Inagra da estos días un paso decisivo de la mano del Ayuntamiento de Granada para la implantación en toda la ciudad de la fracción orgánica que, sumada al resto de fracciones selectivas, va a suponer el salto decisivo de la ciudad hacia esa circularidad.

¿Y cómo lo vamos a hacer? Por un lado, hemos trabajado previamente junto al área de Medio Ambiente en la ubicación estratégica en vía pública de 473 nuevos contenedores marrones adquiridos mediante la financiación europea de los Fondos Next Generation, apoyándonos en los datos de pesaje de cada batería de contenedores y analizando el comportamiento de los usuarios que suelen depositar sus residuos en cada una de ellas. Junto a esto, continuaremos desarrollando el ‘puerta a puerta’ con los grandes productores de la ciudad, facilitando al máximo su tarea y acompañándoles en el desarrollo de estas buenas prácticas. Venimos de un intenso aprendizaje previo que nos llevó a recoger 1.692.040 kilos de residuos orgánicos en 2023, prácticamente cuatro veces más que el año anterior, y vamos a redoblar esfuerzos para que a partir de ahora el reciclaje de la fracción orgánica se haga de una forma tan natural por parte de los granadinos como el del resto de fracciones.

Nuestro compromiso como empresa con la mejora de la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente se va a evidenciar también en este nuevo reto, que abordamos desde los cuatro ejes desde los que siempre afrontamos cada proyecto:

  • reducción del vertido y desarrollo de nuevas cadenas de valor del residuo, promoviendo la economía circular
  • descarbonización y reducción de la huella ambiental en nuestra actividad
  • seguridad de los trabajadores y su entorno
  • mejora de la habitabilidad de las urbes y la calidad de vida de los ciudadanos

Para ello, ya hemos implantado más de 1.250 sensores volumétricos en nuestros vehículos que nos están permitiendo disminuir el número de rutas, los tiempos de ejecución y la reducción de más de 70.000 kilos de CO2 al año, siendo más eficaces y sostenibles en nuestro trabajo diario. Junto a esto, y tras la suma de la nueva fracción orgánica, planificamos diariamente sistemas de optimización de rutas por todos los distritos, con recorridos dinámicos adaptados en tiempo real a las necesidades de los granadinos. Inteligencia artificial al servicio del trabajo diario que sabemos aprovechar para conseguir nuestro objetivo: ofrecer el mejor servicio de limpieza y recogida de residuos posible a los granadinos.

Afrontamos, pues, el reto de la implantación de la fracción orgánica en la ciudad de Granada con el bagaje de la experiencia y desde el convencimiento de su éxito gracias a un Ayuntamiento que sabe liderar proyectos ambiciosos y a unos vecinos comprometidos con el cuidado de su ciudad y con el respeto al medio ambiente. Tenemos ante nosotros la enorme oportunidad de hacer de Granada un modelo imitable de ciudad circular y sabremos aprovecharla.